¿Qué es el DUELO?
El importante rol que ocupa el DUELO en nuestra vida
¿Qué es el DUELO?
El duelo es un proceso psicológico que se pone en marcha cuando la persona ha experimentado una “pérdida” en su vida. Dicha pérdida no implica solamente la muerte de un ser querido, sino también se refiere a: la finalización de una relación amorosa, la pérdida de una mascota, la pérdida de un empleo, un proyecto, un ideal; e incluso se refiere a la pérdida del cuerpo “joven y sano” que alguna vez la persona ha gozado. La lista de las pérdidas reales y emocionales que afectan a nuestro psiquismo es muy extensa, lo cual aquí sólo mencioné algunas a modo de ejemplo.
Es importante tener en cuenta que no todo duelo se elabora naturalmente ni de forma adecuada. En algunos casos, el proceso de duelo no se produce, y en otros, el mismo puede quedarse “detenido” sin que la persona logre completar tal elaboración (por elaboración del duelo se entiende el transcurso del proceso desde que la pérdida se produce hasta que se supera). Cuando el duelo queda detenido o no se procesa adecuadamente estamos ante lo que se denomina “duelo congelado” o “duelo patológico”.
¿Cómo detectar un “duelo patológico o congelado”?
Cuando el duelo se elabora espontáneamente, con el transcurrir del tiempo la persona que ha sufrido la pérdida experimentará que la intensidad del dolor se irá “variando”, se comienza a vivenciar altibajos, hay días más difíciles y otros menos dolorosos, pero la intensidad del dolor se va haciendo cada vez más soportable -e incluso, en el mejor de los casos, el dolor prácticamente desaparece-. Pero cuando no se percibe ninguna variación en la intensidad del dolor, y ha transcurrido ya uno (o varios) año/s desde el momento en que se ha producido la pérdida, entonces tenemos indicadores de que el duelo no se ha procesado o se ha detenido. Dicha persona estaría transitando un “duelo patológico” o “duelo congelado” -sea por la muerte de un ser querido, por la pérdida de un ideal, un proyecto, un cuerpo “soñado”, o por la ruptura de una relación amorosa-.
IMPORTANTE: Cabe señalar que el “dolor psíquico” no siempre se manifiesta a través de expresiones o de palabras. En algunos casos, la persona no demuestra estar triste, y en su lugar, experimenta una serie de “malestares” en el cuerpo (dolor de estómago, jaqueca persistente, cansancio generalizado, etc.).
Si observamos que algún familiar o amigo haya sufrido algún tipo de pérdida y si, con el paso del tiempo, la “intensidad” del dolor que lo aqueja no varía ni disminuye, se recomienda consultar a profesionales del área de la salud mental para evaluar tal situación.
Lic. Peichi Su